Trasfondo
El origen de Booty Call
Booty Call es una comedia romántica estadounidense lanzada en 1997, dirigida por Jeff Pollack y protagonizada por Jamie Foxx, Tommy Davidson, Vivica A. Fox y Tamala Jones. La película narra la historia de Rushon Askins, un hombre sensible y ambicioso que lleva siete semanas saliendo con su novia Nikki, una mujer con fuertes convicciones morales. A pesar de su atracción mutua, su relación aún no ha llegado a la intimidad física, ya que Nikki duda si están listos para dar ese paso.
El conflicto central
Una noche, Rushon invita a Nikki a cenar, pero ella sugiere que sea una cita doble, trayendo consigo a su amiga Lysterine "Lysti" y Rushon a su amigo Bunz. A pesar de algunas tensiones iniciales, Lysti y Bunz se sienten atraídos el uno por el otro debido a sus personalidades extrovertidas y su actitud desenfadada hacia el sexo. Mientras tanto, Nikki decide que es hora de llevar su relación con Rushon al siguiente nivel, lo que sorprende y emociona a Rushon. Sin embargo, surge un problema: es la década de 1990 y Nikki insiste en practicar sexo seguro.
La búsqueda de protección
Rushon, al intentar usar un condón, se ve interrumpido por Killer, el travieso perro de Nikki, que destruye el único condón disponible. Esto obliga a Rushon a salir en busca de más protección, acompañado por Killer. Mientras tanto, Nikki llama a Lysti para asegurarse de que Bunz también use un condón. Así, Rushon y Bunz se embarcan en una aventura nocturna por la ciudad, visitando diversas tiendas en busca de condones, mientras enfrentan situaciones cómicas y personajes excéntricos en el camino.
El caos en el hospital
La situación se complica cuando Bunz, accidentalmente, dispara a Rushon en la pierna con una pistola que había tomado de un taxista paranoico. Al llegar al hospital, la enfermera de admisión se niega a atender a Rushon debido a la falta de seguro médico. Bunz, en un intento por ayudar, se hace pasar por médico utilizando credenciales falsas. Sin embargo, su plan se complica cuando es llamado para asistir en el parto de una paciente, dejando a Rushon en una situación comprometida. Eventualmente, Rushon es confundido con otro paciente programado para una castración, lo que lleva a una serie de enredos y malentendidos.
El desenlace
La confusión alcanza su punto máximo cuando Rushon es preparado para una cirugía de castración. Nikki, al enterarse de la situación, interviene y detiene el procedimiento al afirmar que Rushon no tiene seguro médico. Finalmente, todos los personajes se reúnen y, a pesar de los caos y malentendidos, logran resolver sus diferencias. La película culmina con una escena en la que las parejas, finalmente, consuman su relación de manera segura y consensuada.